Mi nombre es María Ércoli, llegué a la Iglesia Universal el año 2002. Llegué sin esperanza ninguna, solo esperando mi muerte, aquí me hablaron de un Dios vivo, aprendí que los milagros no eran cuento y que eran posibles para mí, me di cuenta que aunque había oído hablar de Él, no lo conocía realmente, que por el hecho de ser religiosa en nada me acercaba a ese Dios que era capaz de cambiar mi vida. Sufría mucho en mi vida en el ámbito espiritual, físico y económico. Todos estos problemas afectaban mi familia. Así llegue, y con ganas de ver cumplirse en mi vida lo que esos pastores extranjeros hablaban y cada vez participaba en más reuniones y mi mente comenzó a abrirse, así Dios me reveló a través de los pastores la razón de mis problemas y me enseñó la manera de vencer las dificultades de alcanzar la victoria en mis caminos, confié en el Señor Jesús y fui liberada de mis problemas espirituales que me atormentaban día y noche y aunque para algunos parezca una invención solo la persona que ha vivido eso puede entender a lo que me refiero, fui sanada de un tumor que tuve en mi ovario derecho, fui sanada de mi garganta ya que me iban a operar por una infección que estaba afectando mi voz, estaba quedando ciega, pero ahora mi visión y todo lo demás está completamente restaurado. Mis hijos también eran afectados. En este momento mis hijos, mis familiares y yo estamos bien gracias no apenas por tener fe, sino por haber tenido la disposición de usarla y ponerla en práctica así en las manos de Dios, obedecer a la dirección de Él. Hoy gracias a Dios puedo decir que soy una mujer feliz, tengo paz y siento seguridad ya que sé que no estoy sola, ya que conocí al Señor y no me arrepiento de ninguna manera de la decisión que tomé ya que salvó realmente mi vida.